“Yo te bendeciré... y serás una bendición.” (Génesis 12:2 NVI)
Primera Ley. Nuestras bendiciones deben fluir a otros.
La Biblia nos enseña que nosotros no sólo hemos sido bendecidos para que podamos sentirnos bien, no sólo para poder estar felices y cómodos, sino también para que podamos bendecir a otros.
¿Cómo puedes bendecir a otros? Al servir en una necesidad, ya sea física o emocional, con apoyo, con ayuda financiera, o consejos prácticos.
Segunda Ley. Cuando bendecimos a otros, Dios cuida de nuestras necesidades.
Dios promete que si nos concentramos en bendecir a otros, él se encargará de nuestras necesidades. No hay casi nada que Dios no va a hacer por la persona que realmente quiere ayudar a otras personas. De hecho, Dios garantiza esta bendición.
Jesús dice: “Así es —respondió Jesús—, y les aseguro que todo el que haya dejado casa o esposa o hermanos o padres o hijos por causa del reino de Dios recibirá mucho más en esta vida y tendrá la vida eterna en el mundo que vendrá.” -Lucas 18:29
Cuando te preocupas por ayudar a los demás, Dios asume la responsabilidad de tus problemas. Y eso es una verdadera bendición, porque Él es mucho mejor en el manejo de sus problemas que tú.
Tercera Ley. Nuestras bendiciones para los demás volverán sobre nosotros.
Cuanto más bendices a otras personas y más ayudas a los demás, tanto más Dios bendice tu vida. Nos dice:
“Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes”. Lucas 6:38
Tú no puedes dar más que Dios. Cuanto más intentes bendecir a otras personas en el mundo que te rodea, más Dios dice: “Yo voy a derramar bendiciones sobre ustedes. Vamos a jugar un pequeño juego aquí. Vamos a ver quién va a ganar. Vamos a ver quién puede dar más. Cuanto más bendigas a otros, más te voy a bendecir a cambio.”
Cuarta Ley. Cuanto más somos bendecidos por Dios, más se espera de nosotros para ayudar a los demás.
Jesús lo dijo de esta manera en :
“Dios es bueno con ustedes, y espera que ustedes lo sean con Él. Y así como Él se muestra muy generoso con ustedes, también espera que ustedes le sirvan con la misma generosidad.” -Lucas 12:48
Somos una bendición.
Reflexiona Sobre Esto
Con base en las bendiciones de tu vida, ¿qué dirías que Dios espera de ti?
¿Cuáles son las necesidades alrededor de ti en que puedes usar tus dones para ser una bendición?
-Rick Warren
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