Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. -Juan 3:16

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miércoles, 23 de febrero de 2022

Bajo sus alas

Bajo sus alas



Después de un incendio forestal en el Parque Nacional de Yellowstone, los guardabosques iniciaron una larga jornada montaña arriba para valorar los daños del incendio.





Un guardabosque encontró un pájaro literalmente petrificado en cenizas, posado cual estatua en la base de un árbol. Un poco asombrado por el espeluznante espectáculo, dio unos golpecitos al pajarillo con una vara.








Cuando lo hizo, tres diminutos polluelos se escabulleron bajo las alas de su madre ya muerta.

La amorosa madre, en su afán de impedir el desastre, había llevado a sus hijos a la base del árbol y los había acurrucado bajo sus alas, instintivamente conociendo que el humo tóxico ascendería. Ella podía haber volado para encontrar su seguridad, pero se había negado a abandonar a sus bebés.
Cuando las llamas llegaron y quemaron su pequeño cuerpo, ella permaneció firme. Porque había decidido morir para que aquellos que estaban bajo sus alas pudiesen vivir.

Ver Devocional Referente...

jueves, 10 de febrero de 2022

7 reglas del Gallo

 Las 7 reglas del gallo:



1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).
2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.
3- El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.
4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.
5- El gallo proclama buenas noticias: Acaba de amanecer. Ante ti tienes por estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.
6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.
7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.  Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23

El Fosforo y la Vela

El Fosforo y la Vela 

Cierto día, el fósforo le dijo a la vela: Hoy te encenderé. ¡Oh no!, dijo la vela, tú no te das cuenta que, si me enciendes, mis días estarán contados; no me hagas una maldad de esas.
-¿Entonces tú quieres permanecer así toda tu vida? ¿Dura, fría y sin haber brillado nunca? preguntó el fósforo. -¿Pero tienes que quemarme? Eso duele y además consume todas mis fuerzas, murmuró la vela.
-Entonces respondió el fósforo. Tienes toda la razón!. Pero esa es nuestra misión. Tú y yo fuimos hechos para ser luz y lo que yo como fósforo puedo hacer es muy poco, mi llama es pequeña y mi tiempo es corto. Pero si te paso mi llama, habré cumplido con el propósito de mi vida, yo fui hecho justamente para eso, para comenzar el fuego.
Ahora, tú eres una vela y tu misión es brillar. Todo tu dolor y energía se transformará en luz y calor por un buen tiempo.
Oyendo eso, la vela miró al fósforo que ya estaba en el final de su llama y le dijo.
-¡Por favor, enciéndeme! Y así produjo una linda y brillante llama. Así como la vela, a veces, es necesario pasar por experiencias duras, experimentar el dolor y sufrimiento para que lo mejor que tenemos surja, sea compartido y podamos ser LUZ.
Recuerda que "mar calmado no hace buenos marineros", los mejores son revelados en las aguas agitadas.
Entonces, si tuvieras que pasar por la experiencia de la vela, recuerda que servir y compartir el amor es el combustible que nos mantiene vivos.
¡Eres la luz del mundo y tu misión es irradiar esa luz! Nunca olvides que siempre debemos ser luz. Una luz que guíe, no que opaque o ciegue. Brilla, para dar mucho brillo dónde quieras que vayas. Y a quien le moleste que se tape los ojos!